viernes, 18 de diciembre de 2015

Milagro económico?



            El gobierno macrista hizo lo que todos decían que no se podía hacer, dejar libre el dólar. Y el dólar bajó de los $15 que cotizaba en el blue a menos de $14. Es más, si no hubiera movimientos especulativos, si solamente se ajustara la cotización por el valor que da la base de reservas (con las liquidaciones de granos anunciadas) o el valor del dólar (tomando la última referencia de dólar libre más la inflación de EEUU más la argentina) estaría en alrededor de $12.80.-  Esto quiere decir que ya está? Que todo se resolvió? Ni de cerca.

            Un ancla para frenar la suba del dólar fue la tasa alta de interés para plazos cortos. Eso hay que desmontarlo y ver qué pasa (porque si no, aumenta el costo del crédito y frena la producción por otro lado). Después hay que ver cuál es la inflación importada que agregan los componentes extranjeros a valor del nuevo dólar. Después hay que esperar que todo esto no se desmadre en los precios y … el pequeño detalle de tener que discutir paritarias en marzo. Con el agravante que empezó a devolver la “caja agraria” a los dueños de los campos.

            De cobrar las exportaciones a casi $7 por dólar, pasaran a cobrarla a casi $10.-, un nada desdeñable 50%  de aumento. No por nada prometieron liquidar $6.000 millones de ventas de grano en el próximo mes con un aumento de la ganancia de $1.300 millones de dólares para latifundistas y pools de soja. La gran pregunta es quién va a pagar esa diferencia que Macri prometió aumentar año tras año.

            Por un lado, la clase media, con el aumento de impuestos que ya impuso Vidal en Buenos Aires y se extenderá al resto, sumado a la baja de los subsidios a consumos de energía y transporte. Y casi con seguridad, la repetición de las últimas paritarias a las que el gobierno kirchnerista puso un tope del 27% (no homologaba ningún acuerdo por arriba de esa cifra). ¿Podrá Macri cerrar paritarias en el 28/30% que es la cifra que necesita? Macri abrió el abanico, llamando al diálogo incluso a los sectores que el kirchnerismo se negó persistentemente a reconocer, como la CTA.

            Más allá de repetir que le dejaron un país destrozado, el Gobierno se encuentra con una producción agraria muy alta (130 millones de toneladas), bajo desempleo, bancos atiborrados de dinero, un altísimo colchón de dólares en manos privadas dentro y fuera del país. Como contraparte hay una marginalidad no resuelta, una infraestructura de servicios con serios atrasos y un déficit financiero importante. La apuesta es que el valor del dólar reactive la producción. La crisis brasilera y el estancamiento chino juegan en contra.

            Pero la batalla más importante es, de nuevo, quién se va a hacer cargo de pagar la baja de retenciones y el costo de sincerar una situación que estaba a punto de explotar. Y los globos, la alegría, la música de Gilda y la buena onda se acaban rápido cuando el salario no cubre las necesidades. Igual, es menester reconocer que este giro es parte del giro que obliga la situación para garantizar el champagne y el caviar en la mesa de los ricos ( ver la entrada Brasil (y los estrechos límites del progresismo)  del 19/04/15 en este blog ). Dilma (con el apoyo de Lula) ya marcó este rumbo. Se viene un año movido. El kirchnerismo pateó todo para adelante y ahora no hay más remedio que tomar el toro por las astas.

.P.D.  Pasó un mes de las elecciones y no se ha escuchado el mínimo balance de parte del kirchnerismo, ni la mínima autocrítica. Creo que no es parte de su ADN genético.

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lunes, 23 de noviembre de 2015

Resultado del ballotage



            Macri acaba de consagrarse Presidente de la Nación. Ganó en unas elecciones reñidas. Lo hizo por un margen mínimo de poco más de 700.000 votos  (2.2% del padrón electoral o el 1.5% de la población). Ganó haciendo campaña por políticas a las cuales votó en contra, prometiendo mantener lo esencial de los aportes de ayuda social, manteniendo las empresas de petróleo, aeronavegación y ferrocarril nacionalizadas, mantener el Futbol para todos y mostrando un perfil populista que fue el eje de su discurso al resultar ganador.

            Ganó por el cansancio de la gente ante la falta de respuesta del kirchnerismo ante deudas no resueltas (buenos servicios - democracia sindical - equidad tributaria - seguridad - cese de mafias y narcotráfico - mayor empleo - etc) sobre las cuales se montó una campaña mediática repleta de falsedades y ante el deterioro que muestra el ingreso de los trabajadores al empezar a golpear la crisis al Mercosur y a nuestro país. Como siempre, fueron los de abajo los que sufrieron el ajuste.

            Es decir que Macri ganó con el voto esperanzado de muchos trabajadores y gente humilde para que corrija los “errores” del Crisitnismo. ¿O acaso la gente lo votó porque quiere el ajuste, la represión y el corte de servicios sociales? Porque esa lectura es muy torcida. Ni siquiera Macri planteó algo parecido.

            Por lo tanto, la primera conclusión clara es que no existió giro a la derecha. Porque no se puede considerar a Scioli la izquierda (y a Cristina tampoco) y porque el discurso de Macri no se diferenció en nada de las propuestas de Scioli. Lo que existió fue un repudio al kirchnerismo de una parte y un inmenso volumen de gente que defendió la continuidad de este modelo. Y creo que este es el análisis más importante a realizar.

            Macri no recibió un aval para el ajuste, para golpear a los sectores más humildes, un mensaje de discriminación ni un cheque en blanco para que desate una política de achicamiento del Estado.

            Y si bien tiene el Gobierno de Capital y Buenos Aires, el apoyo importante de Santa Fé, Córdoba y Mendoza, no tiene base territorial armada donde apoyarse para enfrentar la pelea por el salario y contra el ajuste. Depende para ello de los gremios, de los intendentes, de la UCR y del kirchnerismo, el cual tiene quórum propio en el Senado y es la primera minoría (y de peso) en Diputados.     Porque si Macri avanza en cualquier política antipopular, va a necesitar el apoyo de la bancada del FPV.

            Hasta ahora, contó con ese apoyo para llevar adelante su política en Capital. No creo que vaya a ser tan sencillo para el país y más aún cuando va a empezar la pelea por la dirección del PJ y, para ello, hay que sacar chapa de opositor. Vamos a ver el Gobierno más negociador que conozcamos. No porque confíe en la magnanimidad de Macri, sino porque no existe otra posibilidad. Y si pasan leyes de recorte y castigo a los bolsillos populares, esto solo va a ocurrir si el peronismo apoya esas leyes (lo cual no sería sorprendente).


lunes, 26 de octubre de 2015

Sorpresiva elección. ¿Y ahora?





            El primer balance de la elección, y el balance de mis opiniones se centra en una frase que compartieron casi todos los analistas políticos, encuestadores e incluso los dirigentes del PRO =  ¡¡¡  QUE SORPRESA !!!  

         Ha sido un  resultado absolutamente inesperado.  Ningún analista ni periodista ni político pensó los guarismos finales. ¿Vidal podía ganar Buenos Aires? Había dudas, era una posibilidad no tan firme. Pero 5% de diferencia, NO.  ¿Macri podía llegar al ballotage? Muchos opinaban que sí, pero más porque Scioli no llegara al 45% ni al 40%. No porque la diferencia fuera poca.

            Pero, en política lo peor es enojarse con la realidad. Hay que analizarla, pensarla, buscarle explicaciones. Porque al hacerlo bien se logra la base donde fijar las políticas adecuadas. He escuchado a muchos kirchneristas culpar a la gente, lo cual me parece parte de la desconfianza que naturalmente le tienen, por eso no les molesta el verticalismo, porque a la gente hay que orientarla o sostienen a los sindicalistas millonarios y patoteros, porque ¿Qué es eso que la gente decida desde la base? Por eso tienen a los barones del conurbano, porque en el Gran Buenos Aires tenes que ser peronista y cojudo para gobernar.

            Y se me está escapando sin querer la primera explicación del voto. Porque si hay un castigo claro en esta elección es a las expresiones más groseras del peronismo heredadas y mantenidas por el kirchnerismo. La sufrieron los barones del conurbano y Aníbal (por ser la expresión del dedo de Cristina). Me han dicho “¡¡¡ Que desastre !!! Cambiemos ganó en las históricas comunas del peronismo. ¿Desastre? ¿Por qué? ¿Es mejor el eterno Curto, el Barba Gutierrez, que lo que se eligió? ¿La muestra de progresismo está en Otahecé, West Ocampo? ¿O a nivel nacional en Insfram, o una integrante del clan Saadi en Catamarca (Lucía Corpacci Saadi)?

            ¿El progresismo que habría que defender es el regresivo sistema impositivo que tiene como frutilla del postre cobrarle impuesto al salario, pero no a las transaciones bursátiles o financieras, casi nada a la megaminería y el petróleo y menos aún a las grandes fortunas?

            ¿O el progresismo lo expresa la férrea defensa que este Gobierno hizo de la patota sindical, llegando a desoír el pedido de la OIT de reconocer a la CTA que lleva quince años? La democracia kirchnerista no entra en la fábrica ni los trabajos para que los trabajadores no puedan discutir su destino ni enfrentar bien armados a los empresarios (que el Gobierno siempre defendió en sus ansias de ganancia).

            ¿Acaso es la degradación ambiental de la megaminería y las extractivas? ¿Quizá es la corrupta policía o una Justicia que judicializa a 4000 activistas gremiales y sociales, pero jamás logra meter en cana a los corruptos que afanan miles de millones?

            Y podría seguir con la educación y la salud municipalizada tal como señalara que había que hacerlo Menem bajo la batuta de Alsogaray. ¿O los servicios privatizados, caros, ineficientes y sin control?  Todo sin ir al fondo del asunto que es la mantención de la directriz económica de Martinez de Hoz y la Dictadura de primarización de la economía, extranjerización de la banca y la producción junto al pago puntual de la Deuda Externa.

            ¿Este es el progresismo que tenemos que defender? ¿Cuál es la gran amenaza de Macri? ¿Que puede acotar las paritarias y ponerle techo? (como hizo Cristina el año pasado). ¿Que va a extranjerizar el País? ¿Más aún?  ¿El kirchnerismo no es culpable por todas estas barbaridades,  pero sí la gente que no entiende que todo esto es un gobierno popular?

            Por todas estas razones, no veo una gran diferencia entre este Gobierno que llegó a tener el tupé de llamarse de “izquierda” y el gorila de Macri. Si no, por favor puntualmente, en forma detallada, minuciosamente, ¿me indican cuál?

            Y aclaro de antemano que si la diferencia es la AUPH, todos ya dijeron que la mantienen. Si son los ferrocarriles, bueno desde el 91 aplaudieron su desguace, lo propiciaron, repartieron dádivas entre sus concesionarios amigos hasta que no pudieron hacer más que hacerse cargo (nacionalizarlo no porque no se nacionalizaron - lean la ley). Es YPF? Lo mismo que los trenes. ¿Las AFJP? Único punto firme, tardío, pero Macri también plantea dejarlas. ¿Va a vaciar las arcas? Si quedó algo, puede ser. Como todos los Gobiernos que hubo hasta ahora.

            En serio, por favor, para la gente del común, para la gente que no llega a fin de mes, para la masa de trabajadores que no recibió salvo migajas de la gran bonanza económica, ¿pueden explicar esa grosera y brutal diferencia que dicen que hay entre Macri y Scioli?

            Y, aunque empecé con otro paradigma, creo que esto explica el voto. Si la gente lo ve a Scioli despegado de Cristina, marcando errores a corregir, planteando cambios en donde es necesario, no está descartado que pueda ganar. Pero para eso hay que hacer algo muuuuy ajeno al peronismo, esa cosa rara que se llama autocrítica.

            Porque en política lo que gana es la política. Y la política central de Macri dio en el clavo. Planteó que se votaba continuidad o cambio. Y los brutos laburantes, los ignorantes trabajadores, la inculta gente de barrio y el pueblo, en general, falto de capacidad de análisis para ver las grandes ventajas del modelo kirchnerista, votó el cambio. El kirchnerismo defendió el modelo como lo mejor (“no fue magia”). Se ve que la gente no entiende porque no quiso continuarlo.

            Y mientras no cambie el sistema, la que elige es la gente. ¿No tiene la razón? ¿Quién lo dice? Y además ¿que importa? Es una discusión viciosa que no lleva a nada. La razón (si tomamos la famosa frase del General) es que Vidal gobierna la provincia de Buenos Aires, Larreta gobierna CABA y aliados de Macri gobiernan Mendoza. Y eso es más del 50% de la población argentina. Y falta saber si no dirige el país. 

                 Y yo encuentro a los kirchneristas aún queriendo enseñar como es la cosa y que culpable es uno por no elegir a Scioli en el ballotage o que bruta que es la gente por elegir otra cosa que no sean ellos. Es un camino espléndido para seguir perdiendo.
              




martes, 1 de septiembre de 2015

La estrategia del fraude



(Sobre elecciones, fraude y sistemas de boletas)


Lo que aparecía como un aprovechamiento político (por parte de la oposición) del desprolijo trámite electoral tucumano se ha tornado, aparentemente, en una estrategia de más largo alcance.  Veamos:

Existen y han existido maniobras para incidir en el resultado de las elecciones. Cualquiera que haya estado en actos electivos tiene una gran posibilidad de haber visto alguna. Desde la entrega del sobre (firmado por las autoridades de mesa y cerrado) con la boleta elegida, a cambio de plata por el sobre nuevo y hasta la situación que en una escuela donde el fiscal general del oficialismo dirije aún a la misma Gendarmería y ordena el comicio a su antojo.  Si quieren tener un ejercicio permanente y grosero del fraude por parte del peronismo, basta monitorear cualquier elección sindical (y sin embargo, curiosamente, ningún demócrata ha denunciado esa costumbre de décadas).

No hay que dejar de lado que estamos hablando de fraude electoral en un país donde los actuales demócratas ofendidos (o sus partidos), han visto el fraude institucional de la década del 30 y la proscripción de la UCR, la proscripción durante 18 años del peronismo y la proscripción política masiva en golpes de estado y gobiernos militares y ninguno hizo tanto escándalo ni se sonrojaron demasiado. 

Basta solo sacar la cuenta que bajo la Dictadura de Videla, de 1697 municipios, 301 intendentes eran de la UCR (35%), 169 del PJ (19,3%), 23 de neoperonistas (2,7%),  109 de los Demócratas Progresistas (12,4%), 94 del MID (frondicismo) (10,7%) 78 de fuerzas provinciales (8,9%) 16 de la Democracia Cristiana (1,6%) y 4 del P. Intransigente (0,4%), mientras el Partido Comunista llamaba “sector nacionalista democrático de las F. Armadas” a Videla -(Orestes Ghioldi).- y el P. Socialista tenía 3 intendentes y un embajador en Portugal. Estos son los “defensores de la democracia”, algunos de los cuales ahora se pelean por un fraude, pero soportaban sin mucho problema a Videla y Cía. y el enorme y masivo fraude del Proceso.

Es más. En Tucumán, la lista opositora está encabezada por un radical (Cano) y el ex intendente de la ciudad de Tucumán (Amaya) que se fue hace meses nomás del Frente para la Victoria porque Cristina impuso a Manzur en el cargo que él consideraba propio. Es decir, es el mismo que hasta ayer hacía todas las maniobras de fraude que denuncian como “históricas y normales” en el PJ tucumano. Y a esto hay que sumarle que el reparto de bolsas de comida es una costumbre de “todos” los partidos tradicionales de Tucumán (no solo del PJ).

Habiendo puesto en claro que ninguno puede denunciar fraude sin sentirse aludido y que es algo que han hecho, hacen y harán todos ellos. Que el fraude y la burla a la voluntad popular no fueron su preocupación (tienen la misma seriedad que cuando Mirtha -amiga de todos los dictadores- denuncia al kirchnerismo como una dictadura) y que en realidad esta es una maniobra porque perdieron y tienen mucho temor a perder. Entonces, pensemos a que se debe esta insistencia con el fraude.

Porque tampoco es un asunto de boletas. Se denunció fraude en Salta, donde se votó con la boleta electrónica y las mismas maquinitas de la elección de Capital. Se denunció fraude en Santa Fe (en manos del Socialismo) cuando se votó con la boleta única de papel. Es decir, no es el cambio de método el que garantiza la pureza de un comicio. Con el sistema de boletas sábanas hay control en cada mesa por los fiscales de cada partido, hay control en el chequeo entre lo que dice el telegrama y lo que dice el escrutinio final por los fiscales generales de cada partido (que toman parte de este escrutinio) y en caso de no coincidir el acta manual de la mesa, el telegrama, lo que figura en el escrutinio o cualquier acta de un fiscal de cualquier partido firmada por el presidente de mesa, esa urna se vuelve a abrir. Y pese a todos los controles, se hace fraude. Y muchas veces la Justicia avala el fraude. Y todo esto no es un invento ni una exclusividad del peronismo.

¿La pelea es porque suponen que ganaron la elección y se la robaron? Nooo!!! Hay 14% de diferencia. No hay manera de hacer un fraude que de semejante diferencia (salvo el “fraude patriótico” de nuestros rectos militares del 30). No en nuestros tiempos, algo logramos de democracia. Y ¿entonces? para qué tanto lío. 

Por la misma razón que se hizo una feroz campaña por corrupto y nazi (¡¡en el 52!!) a Perón, se le tiraban tortugas a Illia, se promovieron saqueos en el 89 (sin dejar de lado que la política de Alfonsín dio las bases necesarias para que ocurrieran) o se le hizo una corrida cambiaria a Cristina al mes de ganar por el 67% de los votos. Cuando un sector importante de los grandes empresarios quiere cambiar las reglas del juego y no puede hacerlo mediante los partidos que le son adictos a través de los votos, busca otra manera. Antes era golpeando las puertas de los cuarteles. Ahora promoviendo corridas cambiarias, mediante campañas de prensa y todo tipo de maniobra que desestabilice al gobierno que no les gusta.

¿Esto significa que el kirchnerismo representa a los trabajadores? No!!!!!! Representa a otro sector de los grandes empresarios. Por eso este Día de la Industria va a haber dos actos. Porque no hay unidad entre los capos de la economía argentina. Hay un importante sector que, aunque ganó plata en estos diez años, piensa que puede ganar más. Hay un sector que opina que el Gobierno no sirve para disciplinar a la población.

Después del “que se vayan todos”, la movilización masiva y el repudio a la clase política hicieron que se necesitara un gobierno más “progre” para lograr que la gente vuelva a confiar en los políticos. Y Kirchner cumplió acabadamente su rol. Pero ya está. Ahora es necesario (para acomodarse a la crisis mundial y seguir ganando sus fortunas) que el Gobierno baje salarios, recorte subsidios y apriete el cinturón, como siempre, a los de abajo. ¿El Gobierno de Scioli no está dispuesto a hacerlo? Si!!!. Pero el empresariado quiere a alguien más confiable y más dócil a sus requerimientos. 
  
Por eso va a continuar la campaña para desprestigiar el futuro Gobierno (la propia campaña es una confesión que se ven perdidosos, si no, no tendría sentido) y después van a continuar las corridas bancarias, la presión para bajar los salarios y apretar al pueblo.

¿No hay que denunciar el fraude? Sí, porque existe y siempre existió. ¿La solución es votar a Scioli? Nooo!!! Porque Scioli no va a enfrentar a los empresarios y va a tratar de hacer buena letra aplicando el ajuste. El problema es que un sector del empresariado ya no confía en que pueda hacerlo.

Lo que si hay que hacer es no creerle a estos políticos que siempre estuvieron metidos en las maniobras de manejar las votaciones, que acompañaron callada y gustosamente (ellos o sus partidos) a las dictaduras y al desguace menemista, cuando se golpean el pecho como víctimas inocentes del fraude porque esta vez dicen que están atentando contra la democracia.
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lunes, 10 de agosto de 2015

Terminaron las PASO (y el sueño amarillo)






Terminaron las PASO. Ya los números están casi todos. Ya se puede hacer un balance. Y este balance no es muy halagüeño para las ilusiones del Macri y de muchos que esperaban terminar con el kirchnerismo. Tendrán que esperar otra ocasión. ¿Por qué?

Primero porque Macri sacó el 24% de los votos. Si bien los votos de Carrió (que son furibundamente anti K) se pueden sumar a los de Macri, no es tan seguro que los votos de Sanz vayan todos al mismo lugar. Una cosa es votar a un radical y otra es votar a Macri. Un porcentaje no lo va a hacer.

La gran incógnita es ¿y los votos de Masa/de la Sota? La abrumadora mayoría de los que dejaron a Masa no fueron para el PRO (salvo Cariglino -que después se arrepintió y no ganó su comuna-) sino para el kirchnerismo y además, ¿es pensable que los peronistas de UNA vayan a votar en masa al Macrismo?  Me parece extremadamente difícil. Lo mismo valdría para los votos de Rodríguez Saa. O para los de Stolbizer. Más aun para los de la izquierda. ¿De dónde va a sacar Macri los votos que lo distancian de Scioli?  Es más fácil pensar de donde va a sumar votos Scioli.

Además, salvo Capital, Córdoba, Mendoza y San Luis, el Frente para la Victoria ganó en todos los distritos (aprox. 70%). Cambiemos ganó en Mendoza y Capital solamente (17% del padrón) y otras variantes del peronismo -De la Sota -Saa - ganaron en el 13% del padrón. Y si bien es cierto que Cambiemos ganó en todas las secciones de la Prov. de buenos Aires, salvo en la Primera y Tercera, estas dos contienen el 73,50% del padrón.

No ha mostrado Mauricio tener la suficiente envergadura para poner fin al ciclo K. Por eso, voy a reafirmar un pronóstico que hice el 19 de febrero =


“ … Por eso, estas elecciones pueden dar sorpresas. Una posible es que, si la oposición no logra dar una propuesta creíble y convincente (y está lejos de hacerlo), el kirchnerismo continúe como la menos mala de las opciones. ¿Por qué?  Porque nadie puede ofrecer nada.

           … Eso hace que no se diferencien demasiado y, si ninguno convence mucho, mejor dejar el que está, que tan mal no lo hizo hasta ahora. …”


            Y como esta perspectiva es altamente probable, no sería para nada extraño que Scioli termine de acordar con De la Sota y Saa rápidamente (hay que estar en buenas migas con el futuro presidente) y que todos los sectores peronistas rápidamente cierren fila atrás de Daniel. El naranja pinta con mejor futuro que el amarillo.

            Otra historia a deshilvanar es el triunfo del cristinismo puro para gobernador de Buenos Aires. Cada vez hay más motivos para que Mirtha y Carrió vayan sacando boletos y preparando su autoexilio y para que Scioli no sonría tanto.
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domingo, 19 de abril de 2015

Brasil (y los estrechos límites del progresismo)



Basado en un artículo de Breno Altman (Le Monde Diplomatique)


  
El progresismo de los gobiernos supuestamente “izquierdistas” de América Latina (y el mundo en general) funciona mientras se puede poner más vino en tetrabrick, arroz y porotos en los platos de los pobres sin alterar el consumo de champagne, caviar y whiskey de los ricos. Cuando esto no sucede, se restringe el tetra, el arroz y los porotos, siempre sin alterar el plato de la buena comida.

Un ejemplo de esto es el Gobierno del PT en Brasil. Recién ganadas las elecciones a la supuesta “derecha”, Dilma nombró como Ministro de Economía a Joaquim Levy, formado en la Universidad de Chicago (como Martinez de Hoz o Cavallo) y que nunca fue miembro del PT, aun cuando ya Levy había anunciado hacía meses que su primera medida sería recortar las prestaciones sociales (es decir, reducir el arroz y los porotos).  El prestigioso periódico económico brasilero Valor económico, el 16 de enero diagnosticó que “Dilma capituló ante los mercados”. Y nadie podría tachar a ese periódico de izquierdista ni populista.

Pero Dilma está aplicando las recetas monetaristas tradicionales que todo el mundo temía que aplicara la “derecha” si ganaba las elecciones. Lo mismo de siempre. Se comprometió a lograr un superávit fiscal y para ello va a reducir los gastos e inversiones públicas, incluso en salud y educación y recortando las subvenciones a los bancos públicos obligándolos a elevar sus tasas e impedir el acceso al crédito de los sectores con menos recursos. Todo sin tocar en lo mínimo al sector financiero y a los brasileros más ricos. 

Todavía no tocó la ley de ajuste de salarios sobre el crecimiento y la inflación a la vez y los programas de lucha contra la pobreza. Por ahora. Ya en 2011 Dilma comenzó con la aplicación de algunas de las recetas del ajuste típico de los neoliberales y las inmensas movilizaciones populares pusieron un freno al proceso. ¿Se animará ahora a enfrentarse a la furia de los descontentos con el giro del PT? Porque es evidente que no intenta enfrentarse a las 20 grandes familias dueñas del 80% de los títulos de la Deuda Pública (es decir, va a garantizar el champagne y el caviar a costa de los porotos).

Es decir, la conocida receta. Mientras hay y sobra, repartimos. Cuando escasea o falta, pagan los de abajo. Con Cardozo, con Lula, con Dilma o con Aécio Neves. Las diferencias son solo de estilo. En el fondo, todos responden a los mismos amos. ¿Se acuerdan de la vieja estrategia del policía bueno y el policía malo? Es algo así. Pero todos buscan lo mismo. Que no falte el champagne y el caviar.




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domingo, 29 de marzo de 2015

Cristina privatiza los ferrocarriles

(o la larga huella del menemismo)



            Esto no es más que una nueva muestra de la unión carnal entre neoliberalismo y “izquierda progresista” (perdón por el bastardeo de la palabra izquierda, pero es el uso en los medios) que tiene su máxima expresión en los gobiernos de casi toda América Latina. Es la continuidad de las políticas privatistas de los 90, de las políticas de primarización, del auge extractivista y el aumento de la extranjerización (fundamentalmente monopólica) de la economía, conjugado con un reparto de subsidios y asignaciones sociales junto a un mantenimiento del salario y la jubilación y concesiones democráticas en Derechos Humanos y otras (sin por eso dejar de mantener el aparato y las leyes represivas –Ley antiterrorista, Milani, judicialización de más de 4.000 luchadores sociales y sindicales, etc).   


Aunque el Gobierno anuncia la “reestatización” del FFCC, el Proyecto de Ley enviado por el ministro Randazzo al Congreso sólo habla de una “política de reactivación” ferroviaria. Limpia de un plumazo la posibilidad de investigar 20 años de vaciamiento y miente sobre el futuro. Si no, tendríamos que creer que Macri se volvió estatista, ya que el diputado Federico Sturzenegger adelantó en el plenario de comisiones de Diputados el apoyo del macrismo.

El artículo 2° consagra “la participación pública y privada en la prestación y operación de los servicios ferroviarios”. Plantea “renegociar los contratos de concesión” en el transporte de cargas: Nuevo Central Argentino (Aceitera Deheza), Ferroexpreso Pampeano (Techint) y Ferrosur Roca (Cementera Camargo Correa). Son sectores rentables. La ley sólo relativiza el control de los actuales concesionarios al plantear que estos ramales deben ser abiertos a todos los “usuarios” que se anoten en un Registro especial, algo reclamado por otros grupos exportadores de granos y minerales.

También plantea la “renegociación” de los contratos de concesión en sectores del transporte de pasajeros como el FFCC Urquiza (grupo Roggio) y Belgrano Norte (Emepa). En su artículo sexto consagra la mantención de la Sociedad Belgrano Cargas y Logística SA. En el Belgrano Cargas, que abarca 13 provincias y todo el corredor de la soja, está la crema del negocio. Hoy de la reconstrucción por parte de los chinos, y mañana de la administración. Su modernización, encarada en los acuerdos leoninos con China, es una exigencia del Banco Mundial y de las grandes compañías exportadoras para abaratar el costo de la logística argentina. Se trata de una inversión del Estado de 6.000 millones de dólares “para entregar a las economías regionales” según el presidente Marcelo Bosch, hombre de confianza del capital financiero y agroexportador.


El proyecto permite (art. 15) “la gestión de los sistemas de control de circulación de trenes y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria (por) terceros o asociada a terceros”. Mantiene en pie la tercerización (superexplotación) de los trabajadores. El capital chino al hacerse cargo del mantenimiento crea en los hechos una gran tercerizada. La lucha contra esto costó la vida de Mariano Ferreyra (y centenares de despidos y persecuciones) por la patota de Pedraza. El proyecto del Gobierno incorpora al directorio a dos burócratas sindicales, es decir, continúa el pacto de la trilogía que condujo al crimen de Mariano.

Tampoco  plantea ningún tipo de auditoria, ni inventario de los bienes que el Estado pasa a “administrar” en forma directa. Es un operativo de encubrimiento: habría que rendir cuentas de 100 mil millones de pesos en subsidios otorgados en la “década” a concesionarias. Estas han desviado los subsidios a su patrimonio y nuevos negocios, en lugar de invertirlos en mantenimiento.

Las movilizaciones contra el crimen de Mariano y por la masacre de Once obligaron a medidas que llegaron mal y tarde. El Gobierno primero cerró contratos con los chinos para importar vagones y repuestos y luego envió el proyecto que crea ferrocarriles argentinos. Un superendeudamiento que golpea cualquier industrialización nacional. Ya no es el vaciamiento indiscriminado. Hay una reconstrucción selectiva, parcial, otra vez privatista, desindustrializadora y basada en endeudamiento, sobre las ruinas del viejo ferrocarril.

El menemismo sigue vivo en la minería extractiva, en las concesiones petroleras (Chevrón, etc), en la adquisición de empresas por monopolios extranjeros (Quilmes, Loma Negra, etc), en la baja industrialización y baja tecnología de punta de las industrias y  en los servicios privatizados (teléfonos, subtes, electricidad, gas, ferrocarriles, etc) de la mano de Nestor y Cristina. Con la misma falta de control, con los mismos contratos (en esencia). Menem podría citar a Ruiz de los Llanos diciendo: “Si te dicen que he muerto…desconfía”



Basado en el artículo de Infobae del 29-03-15 de Nestor Pitrola



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